El robo de carga farmacéutica se ha convertido en una de las principales amenazas para la cadena de suministro en México. Más allá de las pérdidas económicas, este delito tiene consecuencias directas para la salud pública, ya que los medicamentos y dispositivos médicos robados suelen almacenarse en condiciones inadecuadas o ser manipulados antes de llegar al mercado negro, de acuerdo con datos de Overhaul.
El panorama del robo de carga farmacéutica en 2025:
De enero a julio de 2025, los datos muestran que el robo de carga farmacéutica presenta patrones claros:
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Regiones más afectadas: el 67% de los incidentes ocurrió en la región Centro, 29% en el Bajío y 4% en el Sureste.
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Estados con mayor incidencia: Estado de México (33%), Puebla (29%) y Guanajuato (17%) concentraron casi ocho de cada diez robos.
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Días clave: el 79% de los incidentes se registró entre martes y viernes, con un pico los martes (25%). El 73% ocurrió entre la medianoche y el mediodía, con especial concentración entre 06:00 y 12:00 (41%).
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Ubicación y modus operandi: el 76% de los robos sucedieron con la unidad en tránsito, 23% con vehículos estacionados y 1% en instalaciones.
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Unidades más vulnerables: camionetas de carga (42%) y torton/rabón (33%) fueron las más afectadas.
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Carreteras de mayor riesgo: MEX-45D (17%) y MEX-150D (13%) se destacan como las rutas más peligrosas.
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Productos robados: los medicamentos representaron el 76% del total de incidentes, seguidos de vacunas, suplementos médicos, productos veterinarios, equipo médico y cargas mixtas (5% cada uno).
Comparativa con otras categorías
Aunque alimentos y bebidas (33%), construcción e industrial (10%) y misceláneos (7%) siguen siendo las categorías más robadas, el crecimiento del robo farmacéutico (5% del total en el segundo trimestre de 2025) preocupa especialmente por su impacto en la salud pública.
El incremento en el robo de carga farmacéutica refleja la diversificación del delito hacia productos de consumo cotidiano y de alto valor en el mercado negro. Esta tendencia subraya la necesidad de reforzar la seguridad en la cadena de suministro, en especial en el transporte terrestre, que concentra la mayoría de los incidentes.




