Transitar por las grandes ciudades del país en unidades particulares requiere muchas horas por el intenso tránsito. Ante esta perspectiva, el transporte público ha sufrido cambios sustanciales como la adopción de sistemas BRT (Autobús de Tránsito Rápido) y HLS (corredores de transporte público con alto nivel de servicio), así como la renovación de la flota vehicular con autobuses modernos en corredores regulares. El más claro ejemplo es la Ciudad de México, donde incluso circulan unidades con tecnologías alternas como gas natural o híbrida.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), que preside Jesús Padilla, en la Ciudad de México, Monterrey o Guadalajara, entran en circulación entre 250 y 300 coches diarios. “En el Distrito Federal hay tres 3 millones 800 mil vehículos y en pocos años podría duplicarse a 6-7 millones con la consecuencia de mayor tránsito”, explica.
Por ello, es necesario dar un nuevo impulso al transporte público que en el DF se integra por 130 mil taxis y aproximadamente 27 mil unidades de transporte, donde al menos todos los microbuses son susceptibles de cambiarse, unas 20 mil unidades aproximadamente.
A inicios de este año, la Secretaría de Transporte y Vialidad (Setravi) anunció que durante la presente administración se sustituirán 20 mil microbuses en seis años, mediante un esquema de operación donde los transportistas conformen nuevas empresas, presenten estudios de operación y propongan una ruta para recibir apoyos de un fideicomiso con recursos federales que cuenta con 850 millones de pesos.
“En México hay que hablar de modernización del transporte que no es tener autobuses nuevos, sino mejorar el servicio, que está un poco atrasado, no en el sentido negativo, sino que avanza lento. Primero había solo oferta de articulados, pero no todas las ciudades necesitan articulados, ahora hay más diversidad de opciones y las ciudades están buscando qué es lo que más les acomoda”, explicó el Gerente BRT de Volvo Autobuses, Jorge Suárez.
El propósito para Volvo, dice Jorge Suárez, es seguir creciendo en BRT pero también en otros sistemas. “El HLS (corredores de transporte público con alto nivel de servicio) es un segmento que en México tiene mucho potencial porque hay ciudades grandes, existen más de 26 ciudades con más de 500 mil habitantes y el transporte urbano tiene muy poco desarrollo. Eso es una oportunidad de negocio, pero también de mejorar la movilidad”.
El BRT “todo mundo lo visualiza muy bien” y es el esquema más conocido, pero el HLS es un segmento donde empieza a haber buenos proyectos, “tenemos unos pilotos en Tijuana, en Cancún, en Tampico. Este año estamos viendo cinco proyectos”. Para Volvo México la venta de unidades BRT y HLS representan el 30% para la marca y la expectativa es que crezca a 50% en los próximos años.
De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la implementación de sistemas BRT es la alternativa más importante para mejorar la movilidad en la Zona Metropolitana de Valle de México (ZMVM), y en otras ciudades del país. En el DF califica el proyecto “muy exitoso”.