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Arrendamiento se consolida como esquema financiero

El avance de la pandemia global obligó a levantar medidas restrictivas para el desplazamiento social, conduciendo al freno total en las principales actividades económicas en el país. Este revés supuso un duro golpe para la venta de vehículos en México, que registró una caída anual del 28%, acumulando su tercer año a la baja, según lo indica la Asociación Mexicana de Distribuidores Automotrices (AMDA).

Por otro lado, la administración de flotas mediante el arrendamiento vehicular presentó un significativo crecimiento. De acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Arrendadoras de Vehículos (AMAVe), fue de poco más del 9% (3T2020), un incremento que contrasta con la caída en los esquemas tradicionales de financiamiento.

“Debido a las condiciones económicas en el país, no se esperaba un crecimiento tan grande del arrendamiento, no obstante, este incremento es un reflejo de adaptabilidad y resiliencia en las empresas, que se apoyaron de un esquema que ofrece pagos iniciales bajos, deducibilidad de la renta y servicios, monitoreo y rastreo satelital”, comentó Mauricio Medina, director general de TIP México.

Panorama de oportunidades

A pesar de la caída en la economía mexicana y la ralentizada recuperación prevista por diversos organismos financieros, las estimaciones de crecimiento han mejorado para 2021, calculando un avance del 3.7% en el PIB, según proyecciones del Banco Mundial. Este es un pronóstico favorable para la industria del autotransporte, que se encarga de desplazar el 56% de las mercancías dentro del país.

Asimismo, la acelerada adopción del comercio electrónico ha presentado un nicho de oportunidad para el servicio de última milla, que ha debido agilizar su transformación digital a fin de atender un negocio que, desde el inicio de la pandemia, ha incrementado su participación en un 40% dentro del mercado mexicano, de acuerdo a información de la consultora IDC.

“Estos fenómenos han impulsado la evolución del transporte de mercancías, que está incorporando herramientas tecnológicas para optimizar costos y reducir tiempos de entrega. El acceso a ellas se ha democratizado mediante el arrendamiento, puesto que se amolda a las necesidades de cada usuario. Prueba de ello, es el nivel de aceptación que ha logrado”, concluyó Medina.

El notable crecimiento de este sector en nuestro país es reflejo de una tendencia hacia la optimización de los recursos, realizando inversiones inteligentes que aseguren la operatividad de los negocios. El arrendamiento permite cubrir inmediatamente nichos de oportunidad, mientras se realiza una transformación digital que permite el acceso a servicios de valor agregado como monitoreo y rastreo satelital de los vehículos, además de la administración de flotas, mismos que serán un diferenciador para ganar clientes y ser más eficiente.

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