Camiones

Impacta competencia desleal

carga1Empresas transportistas “piratas” ofertan sus servicios 40% por debajo de las tarifas promedio para incrementar operaciones, dando pie a una competencia en la que las compañías socialmente constituidas son incapaces de participar al no existir ningún beneficio económico al adoptar la medida.

La caída en 40% en el movimiento de carga, a partir de la crisis financiera, es la razón que desató la guerra de tarifas como una forma de acaparar la actividad existente para transportar mercancía en las carreteras nacionales, siendo empresas que no tienen ninguna responsabilidad tributaria las que ofrecen estos bajos precios.

tractos4El gerente de Transporte Grupo Ultra, Rodolfo Luege, afirmó que la diferencia en el porcentaje de las tarifas se encuentra fuera de toda competitividad para empresas dadas de alta en la Secretaría de Hacienda, al ser más rentable tener las unidades estacionadas que desgastarlas en recorridos que no generarán ningún beneficio económico.

“Las compañías que  no tributan tienen la facilidad de tirar los precios y ocasionan una competencia desleal en la que no es rentable participar porque las ganancias apenas cubren los gastos de operación, en el mejor de los casos.

“Varios clientes, atraídos por estos supuestos ahorros, han contratado el servicio de estas empresas, desgraciadamente no miden el riesgo que es trabajar con alguien que no tiene la fortaleza económica para responsabilizarse de la carga”.

Como anécdota de la situación el hombre camión, Alfonso Bonilla, explicó que hace unos meses trabajó con una empresa de harina de maíz, la cual renegoció con él un contrato por 30% menos del acuerdo original debido a que varias empresas ofrecían el mismo servicio con ese descuento.

La decisión del empresario fue ceder el contrato debido a la poca rentabilidad de un acuerdo económico de esas características. A la larga la empresa de maíz encontró serios problemas con su nuevo socio al descubrir pérdidas en la carga mediante robo hormiga.

“Nos volvieron a contratar porque descubrieron que la transportista les robaba una tonelada de maíz por semana. Claro, bajaron los precios del contrato, pero por otro lado tenían que ganar algo porque no es negocio operar por tan poco dinero.

“El transporte de carga vive uno de los momentos más complicados, y si se suma la falta de control de tarifas se propicia la baja calidad en el servicio, junto con diversos abusos que definitivamente no son convenientes para ninguna de las dos partes (transportista y empresas) que interactúan en la actividad comercial”.

Hasta ahora los empresarios del sector han utilizado la voz de la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (CANACAR) para denunciar esta práctica comercial, sin lograr evitarla.

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