El sistema embotellador Coca-Cola cuenta con 11 mil 600 rutas de reparto en las cuales utiliza los camiones rojos que pueden verse por cualquier ciudad del país, para surtir 1.4 millones de puntos de venta. Es una de las flotas más grandes de México compuesta por 32 mil vehículos entre unidades de fleteo y de largo recorrido. Además, su flota tiene en promedio entre 4 y 5 años, con lo que se convierte en una de las más modernas del país.
“Fuimos los primeros en evaluar diferentes tecnologías en los últimos años, y nuestra flota cuenta con vehículos eléctricos, híbridos, a gas natural, a gasolina, prácticamente de todos los tipos de combustible”, explicó el Gerente Senior de Cadena de Suministro de Coca-Cola de México, Alejandro González. También fue la primera compañía en el ramo de bebidas que utilizó un camión híbrido hecho en México desde el año 2010.
Por el tamaño de la flota, la refresquera cuenta con unidades de las marcas armadoras más importantes que operan en el país. Para determinar una nueva compra, primero “buscamos cuál es el balance que nos permita tener la unidad ideal para cada tipo de condiciones, por ejemplo, las híbridas nos dan beneficios en las ciudades, pero para las foráneas no serían la mejor alternativa”.
El proceso de selección de unidades es bastante sofisticado y se busca según la función de cada unidad, si es urbana, rural, para centros históricos, autoservicios, etc. “Luego evaluamos costo de adquisición, mantenimiento tanto en costo como en disponibilidad de dónde poderlo realizar, consumos de combustible (y por tanto de emisiones), servicio de postventa, refacciones y centros de servicio”, precisa González. “Combinamos varias variables y en ese sentido definimos cuál es la mejor mezcla de unidades que podemos tener”.
Para los servicios de mantenimiento operan bajo varios esquemas, en algunos casos el sistema Coca-Cola ha desarrollado centros de mantenimiento para trabajos menores, en otros se envían las unidades directamente con las armadoras, es un esquema híbrido, porque algunas veces las mismas armadoras operan estos talleres centralizados de mantenimiento en los embotelladores.
“Buscamos relaciones de negocio duraderas con nuestros proveedores, no buscamos una compra de oportunidad, desarrollamos relaciones de largo plazo. El sistema ha trabajado muy eficientemente con las armadoras para lograr este tipo de servicios. La industria Coca-Cola tiene 85 años y hemos avanzado desde ese entonces y continuamos buscando innovación”, agrega el directivo.
Cada año se renuevan miles de unidades para mantener la flota en excelente estado. “Consideramos importante que la flota en general pueda mantener los equipos modernos y renovados, no solo debemos pensar en la flota, sino en la seguridad de nuestros operadores, en los hábitos de manejo, talleres de capacitación, porque no solo son los activos físicos sino las personas que operan estos activos y por ello desarrollamos programas integrales de entrenamiento y capacitación.
