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El ABC de los simuladores

Aunque en aspecto todos son parecidos, cada simulador es único y está diseñado a la medida de las necesidades de cada cliente, tanto en hardware como software. “En Lander no manejamos la misma solución para todos los clientes, lo que hacemos es customizar nuestro simulador personalizándolo a cada cliente y no habrá otro igual”, explicó el Área Manager de la empresa, Ander Iraola Parra.

Un simulador consta de tres partes: Puesto de conducción donde se coloca el operador; del instructor, quien supervisa el curso y de observación; grupos formados de cuatro a seis compañeros operadores para retroalimentar el ejercicio.

Existen dos formas para conseguir reducir los niveles de accidentalidad empleando un simulador de acuerdo con Iraola Parra: 1. Simulación inmersiva y 2. Entrenamiento integral. La primera se consigue simulando, sin riesgo, situaciones que en la realidad entrañen peligro, y que por tanto no pueden entrenarse con la formación tradicional en una unidad real, lo que permite al conductor experimentar la mejor reacción.

“Aquí está la diferencia entre provocar un accidente con pérdidas humanas, o actuar con profesionalidad y salvar a los pasajeros. En saber cómo reaccionar ante una circunstancia no prevista y esto sólo se puede lograr entrenando con simulador”.

Para lograr una simulación inmersiva se emplean modelos matemáticos capaces de imitar el comportamiento de la máquina real con precisión elevada para generar los efectos, matices y sensaciones lo más cercanas posible a la realidad, y que proporcionen experiencias acumuladas en el simulador aplicable a la vida real.

Asimismo, se suman técnicas visuales perfeccionadas y réplica auténtica del puesto de conducción con mandos reales, un sistema de movimiento y otro de pantallas curvas con 180º de campo visual para controlar los laterales. “La inmersión es cercana al 100%, lo que el conductor va a tocar, ver, sentir y vivir en el simulador será casi lo mismo que en un entorno real”, explica el directivo.

Por otro lado, en un entrenamiento integral,permite un primer contacto y familiarización con los mandos de conducción, protocolos operacionales estándar, de seguridad en la conducción y ahorro económico, tanto en condiciones de normalidad, condiciones degradadas por averías y/o incidentes, como diversas situaciones de circulación (lluvia, niebla, noche, densidad, deslumbramiento, entre otros).

Ya sea para camión o autobús, la base es la misma: recrear el entorno de conducción de cada uno de los vehículos y adaptar el software a las sensaciones propias de conducir un camión o un autobús.

  • Vehículos: El instructor tendrá a su disposición toda una gama de modelos simulados (autobuses de distintos tamaños, camiones rígidos, articulados, distintos tipos de carga, entre otros).
  • Escenarios: Dependiendo del tipo de operación (urbana, larga distancia, entorno minero, montaña, entre otros), se simularán escenarios adecuados a recrear la problemática que a la que se enfrentan los conductores.
  • Incidencias: Las incidencias son las situaciones que se dan en la carretera (vehículo que se pasa un alto, obstáculos en la vía, etcétera).
  • Averías: Propias de cada tipología de vehículo.

“Las necesidades formativas de los conductores profesionales evolucionan con el tiempo y por lo tanto la formación que necesitan en las distintas etapas es muy diferente. El simulador es una herramienta totalmente abierta y que permite al instructor generar una infinidad de ejercicios en función de los objetivos formativos perseguidos”, explica Ander Iraola Parra. Algunos son:

  • Formación básica: Los conductores novatos podrán habituarse en una primera toma de contacto y entrenar de manera segura. Los veteranos realizar formación continua y actualización.
  • Nuevas tecnologías de los vehículos: Desde nuevas cajas de cambio a sistemas de detección de colisiones.
  • Nuevos entornos de conducción: Dentro de la vida profesional un conductor puede trabajar en distintos entornos, cada uno de ellos contando con sus peculiaridades.
  • Averías del vehículo: La detección oportuna de una avería puede suponer unos ahorros muy importantes para la empresa de transporte.
  • Conducción eficiente: Un conocimiento profundo de las técnicas de conducción eficiente puede conseguir que los conductores ahorren entre un 5 y un 10% de combustible, reduciendo a su vez los costes de mantenimiento de la unidad.

Lander diseña, desarrolla y fabrica sistemas de entrenamiento que comprenden desde la construcción integral del simulador, hasta el diseño y la revisión del programa de formación.Además del Grupo ADO, ha desarrollado simuladores para la Secretaría de Seguridad Pública y el Metro de la Ciudad de México.

En mayo de 2016, ADO adquirió un simulador de manejo de autobuses Lander con una inversión aproximada de 4 millones de pesos, en beneficio de más de 8 mil conductores, reduciendo el tiempo de sus prácticas individuales hasta una hora y permitiéndoles obtener mejores resultados en el desempeño de su responsabilidad diaria.

El simulador ha sido puesto en práctica en diversos grupos, enfocado al curso de “Renovación de licencia de Conductor”. La formación de los conductores se realiza en su totalidad de forma práctica y presencial, sin embargo, los avances tecnológicos permiten replantear el proceso de entrenamiento de una mejor manera.

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